En busca de la felicidad

31 enero, 2019

Hola a todos.

Siguiendo en la línea de mi anterior post "Grado de Optimismo", el otro día estaba comentando con unos buenos amigos acerca de la felicidad de la gente, de lo que buscamos, de lo que nos gustaría tener, etc. Además, recientemente vi un episodio de redes que también profundizaba en este interesante tema, y curiosamente, parece que la opinión de los científicos coincidió punto por punto con las nuestras.

Son muchas las personas que están constantemente buscando que sucedan cambios importantes en su vida. Son muchos los que constantemente quieren tener el último modelo de móvil, la tele más grande del mercado, el ordenador más pequeño, el coche más potente, la casa más bonita, la mujer más guapa, los hijos más listos,...

Y la realidad es que todos esos deseos no nos producen más que insatisfacción con la vida que tenemos y que a veces no cumple con unas expectativas que, unas veces impuestas por la sociedad y otras veces impuestas por nuestra propia estupidez, mal dirigen el rumbo de nuestras vidas.

Y es que las personas, en general, estamos mal educados. Creemos que cuando por fin tengamos el Audi o el Iphone habremos alcanzado la meta. Luego la realidad es que no usamos ese móvil último modelo para estar en contacto con nuestros amigos. No le dejamos nuestro flamante coche a un amigo que lo necesita. No organizamos eventos en nuestras bonitas casas para que no se ensucien. Deseamos a la mujer del vecino, que es más guapa que la nuestra... Y así un largo etcétera de estupideces mientras fantaseamos con lo felices que seriamos si nos tocara el euromillón. Y es que no somos capaces de ver que una cosa no lleva a la otra.

Y es que la frase de que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita es una de las grandes verdades jamas escritas. Por eso amigos, los días que os salga mal un examen, que perdáis el último autobús, que os deje tirado el coche, que vayáis al burguer y haya una cola infinita (jeje), aprended a disfrutar de ese momento. Aprended a no darle importancia a las cosas que no la tienen. Valorad lo que tenéis y trabajad para moveros hacía donde os gustaría que la vida os llevase, que a buen seguro os llevará. Pero cuidado, por que el que espera una felicidad perfecta, se queda esperándola.

Ya dijo Tolstoi que su felicidad se basaba en apreciar lo que tenía y no desear en exceso lo que no tenía. No deis por sentado que vuestro coche, vuestra familia, vuestra casa, vuestra ropa, vuestra nevera llena y todas las cosas de las que disponéis de forma cotidiana es normal tenerlas, porque pertenecéis a un porcentaje muy pequeño de la población mundial que tiene todas esas cosas.

No queráis tener lo mejor. Buscad algo "bastante bueno" para vosotros. No es preciso estar siempre en la cima y a la última. Hay veces que te va mejor y otras que te va peor. Pero es que eso es la vida, y son esos momentos malos los que hacen que los buenos sean mejores todavía.

Aquí os dejo un corto. Disfrutadlo, aprended la moraleja, y lo más importante, transmitidla a toda la gente que tenéis alrededor. A ver si poco a poco dejamos de ver a la gente por la calle conduciendo cabreada y pitando e insultando a otros conductores, discutiendo con el cajero del banco, hablando a voces por el móvil, o increpando a las cajeras del supermercado porque no les atienden rápido... en definitiva, gente infeliz.

Un saludo a todos.

Berto.